Es necesario tener la belleza de una flor pero al mismo tiempo la fortaleza de un bambú.
En la vida diaria la contemplacion de la belleza es un momento relegado a ultimo o ningun plano para el crecimiento del alma entonces y solo entonces si comtemplamos la vida podremos vivirla.
Lo contrario seria el caminar sin un rumbo aparente ni definido de modo que cualquier andar es una perdida de tiempo.
de alli que el practicante de cualquier camino marcial debe dedicarse tiempo para cultivar dentro de si la belleza de una flor y la fortaleza de un bambú.
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